31 de octubre de 2014

Habrá muchas cosas por saberse de la vida, quizás demasiadas... Pero eso no determinará nuestra forma de sentirla. Al final, ¿qué prefieres? ¿Saber de ella o vivirla?

22 de octubre de 2014


A cada paso dejamos algo. Invisible, que se manifiesta únicamente en el olvido. Que no vemos, ni oímos, ni nada. Pero se mantiene. Aunque imperceptible, ahí está, atado al peso del pasado, pasado que cargamos y llevamos siempre.

19 de octubre de 2014

La muerte no es más que un hecho más, uno de los tantos por los que pasamos a lo largo de nuestro lo que sea que llamamos realidad...

19 de septiembre de 2014

Amándonos, gozándonos, disfrutando de lo más simple y bello, sonriéndole a las cosas... Pase todo eso o no, sea lo que sea que venga para ti y para mí, tan sólo espero que nos alcance la vida para ello.

18 de septiembre de 2014

3 de agosto de 2014

Como el agua


Somos como el agua, 
que tan fácilmente cae 
y navega sin saber a dónde. 
Que fluye a cierto ritmo,
sin prisa, 
encontrándose lentamente,
descubriéndose a cada instante,
sabiendo que aunque se acabe el ritmo,
seguirá navegando siempre.

2 de agosto de 2014

Lo que la vida implica

Algunas veces me he llegado a sentir desubicado, poco ágil, torpe. Traté de convencerme de que algo extraño me pasaba, de que algo andaba mal y de que algo habría que hacer para solucionarlo.

... Aunque después de pensarlo, me di cuenta que no, que no era nada raro, que era la vida y nada más. Que era la vida, todo lo que implica, cobra y da. Porque la vida es mareadora, maravillosa pero tremendamente demandante.

...Y así se siente uno a veces: desubicado, poco ágil, torpe. Pero ahora sé que es normal, el destanteo y los mareos de vivir. Y mientras estos sucedan, no queda más que gozar de la vida, de todo lo que implica, cobra y da.

30 de julio de 2014

20 de julio de 2014

Nada que hacer

No hay nada como no tener nada que hacer. Pero no hablo de un "nada que hacer" sinónimo de vagar por el mundo, de acostarse sin mayor motivo hacia la vida, sino de un "nada que hacer" equivalente a relajarse y disfrutar, a dejarse llevar. Un nada referente al blanco absoluto del no pensar; no preocuparse, no estresarse, no apurarse, no nada. Simplemente, nada que hacer.

13 de julio de 2014

Cuando sale el sol, se acerca a nuestros ojos, nos despierta y nos mira atentamente, pocas cosas hay que pedirle al día, seguro será uno bueno.

11 de julio de 2014

Ninguna vida se ve tan determinada por los sentidos como por la intuición, por el sentir más allá del tacto, de sentir todo aquello que yace en el aire, esperando ser atrapado, que nadie atrapa pero todos sienten.

3 de julio de 2014

24 de junio de 2014

No hay nada como los muchos detalles que definen a una persona: su forma de hablar, de sonreír, de intuir, de pensar, de abrazar, de correr, de sudar, de escuchar, de cantar. Aunque sigo pensando que, a pesar de todas esas bonitas virtudes, la verdadera belleza reside siempre en la sencillez de su espíritu.

22 de junio de 2014

Tiempo


El tiempo es peso, peso que nos amarra al mundo y nos denota dentro del mismo. Sin embargo, sigo atormentado por la idea de tener que estar atado a él a lo largo de todo lo que llegue a durar en la existencia. No por el hecho de verme en la necesidad de estructurar mi vida a través de él, sino por el hecho de saber que de él dependo totalmente y de que viviré más para éste, que para mí mismo.

14 de junio de 2014

No hay como aquello que se vive pasionalmente, fuera de la razón. Es por ello que el futbol es de las cosas más bellas que existen, porque es completamente irracional.

10 de junio de 2014

Tan surreal como el mundo







Quizás hay cosas que comprendemos menos que otras, pero, a fin de cuentas, todo es tan surreal como el mundo mismo en el que habita.

Xilitla, San Luis Potosí

¿Qué fue de la bestia?

Nosotros, los seres humanos, somos tan breves como un asfixiante momento de euforia y pasión incontenible. No pensamos demasiado, ni sentimos nuestros instintos más primarios. Creemos tontamente en una razón muerta y traicionera que siempre, desde tiempos pasados hasta ahora, ha apaciguado nuestros impulsos más bellos y espontáneos. ¿Qué fue de nuestros viejos animales y bestias?

24 de mayo de 2014

Incierto

Nunca fui de sentir temor, ni vértigo, ni cosquilleo, ni nada.
Pero algo me aterraba.

Conforme pasaban las horas me hacía más pesado,
me colgaba el pulso y se me cortaba la respiración.

La luna, las estrellas y la brisa eran perfectas;
jamás sentía temor, ni vértigo, ni cosquilleo, ni nada por ellas.
Aunque algo me aterraba
y nunca supe qué era.

Pudo haber sido el pasado, con todas sus memorias y penas;
o quizás el presente, con sus prisas y burdas formas de ver y de ser;
tampoco niego la posibilidad del futuro, con sus torpes ansias y ambigüedades.

Sólo sé que era algo y que ahí estaba.
Ya no lo siento, pero sé que volverá.
Volverá para aterrizar en lo más profundo de mi corazón incierto
 y de mi eterno sufrimiento.


5 de mayo de 2014

A veces se siente como si nada fuera a acabar; en algunos casos resulta placentero, en otros simplemente aterrador.

19 de abril de 2014

Un gran día

El sol me pegaba directamente en la cara. Las cortinas estaban entrecerradas, pero no alcanzaban a detener aquel rayo de luz que se filtraba hasta mis ojos.

El café ya estaba hecho y el perro ladraba, ladraba por la emoción de la probabilidad de salir a dar un paseo.

Era domingo y todo estaba bien. Mientras tomaba una taza y oía al perro ladrar, leía la nota que habías dejado sobre la estufa: "Vuelvo pronto. Te quiero". Sabía que ambas cosas eran ciertas, que volverías y que muy a tu manera me querías.

Me acabé el café y tomé un poco de aire, proveniente de la recién abierta ventana, era fresco y limpio.

Ladrido tras ladrido, su insistencia me ganó; tomé la correa y lo saqué a pasear. ¿Por qué no habría de hacerlo? Después de todo, era un gran día.




18 de abril de 2014

Yo no sé si el jueves santo, viernes santo, padre santo, y todas las madres santas tengan algún sentido, pero dios bendiga las vacaciones de semana santa.

11 de abril de 2014

Estúpida rutina

Había dejado de escribir por un largo rato. Vengo ahora a mi bloc de notas a intentar desquitarme, a sacar todas las palabras que se habían quedado asfixiadas por la rutina, por su formalidades nefastas: que la tarea de la universidad, que hacer ejercicio, que comprar tal y cual, y pendejadas de naturaleza lógica pero cansadas y tediosas, monótonas.

A pesar de todo pude haber escrito, pude haber tomado un momento de cada día para escribir alguna que otra cosa, explayarme en la inmensidad de las palabras. Pero no podía. Obligado a escribir ensayo tras ensayo (tareas forzadas de la vida universitaria), que poco interés me generaban, los dedos se me fueron entumiendo de a poco, las palabras se agotaron y la inspiración por la escritura murió en aquel lapso de tiempo que tan eterno es cada vez que lo recuerdo. Escribía en automático, no por placer (como debería de ser), sino por deber y por no sé que, porque sí y porque nada más, porque así tenía que ser.

Hoy regreso a mi blog. Tras una tarde de descanso, me siento, abro la laptop, reviso mis redes sociales (más por adicción que por tener algo productivo que hacer en ellas) y después entro a Canaleta, donde ahora escribo, donde uso las palabras para expresar lo auténtico, bello, irónico y extenso. No para redactar sobre tecnicismos científicos que a nadie le importan un carajo. Simplemente para hablar, para decir algo, lo que sea, de forma fresca y espontánea.

Ahora que descanso, que estoy de vacaciones, me doy cuenta de lo mucho que extrañaba no estar amarrado; amarrado a la rutina, a tener todo planeado. Y mientras más días libres pasen, no tengo duda alguna de que reafirmaré lo que ya sabía: que la vida es mejor sin tiempos, que no hay que vivir de un lado a otro, resolviendo tarea tras tarea, entre horarios preestablecidos y gente poco amena. Sino que, muy al contrario, hay que vivir en armonía. Con una buena chela, una película y el rato que uno quiera para destinarle a lo que sea que se le antoje. Libres de las formalidades, sin estar atados a ningún tipo de corbata ni a ningún cafe barato de cafetera barata de oficina. Libres de pensar y hacer lo que más queramos. Sin horarios, sin tiempos tontos que limiten nuestra vida a instantes torpes y efímeros. Sólo vida.

9 de abril de 2014

Casi siempre, la vida es como el cine. La gran diferencia es que en la vida no sabemos qué chingados debemos poner en los créditos.

14 de enero de 2014

Siempre he visto el cielo como ese espacio azul que no necesita de muchas cosas para verse bien.

7 de enero de 2014

El hombre y la cama

Paseando en los viejos barrios de la juventud.
No es que ya no sea joven, lo soy.
Solo es que ya no soy aquel que se manchaba de lodo sin importarle el pantalón.
Me alegra saber que algún día lo fui. Feliz de que ahora no lo soy.
Ahora soy un hombre, no un señor, no un adulto, simplemente un hombre.
Escribiendo sin orden ni rima, por simple placer a las letras,
a la palabra y la esencia que en ellas recorre.

Tantas miradas a la luna, nublado, entera o menguante,
qué importaba eso si siempre la vivía igual, con una copa de vino y el aire.
Aire de invierno, propio del frío, no de frialdad sino de despreocupada frescura.
Luego un café, un puro. Lo que fuera con sabor y una cama.
Una almohada. Una almohada a tu lado y tu pelo castaño.
Retratado en palabras, en estos versos sin orden ni rima.
Solo un hombre y su alma. El pasado y la cama.