20 de julio de 2014

Nada que hacer

No hay nada como no tener nada que hacer. Pero no hablo de un "nada que hacer" sinónimo de vagar por el mundo, de acostarse sin mayor motivo hacia la vida, sino de un "nada que hacer" equivalente a relajarse y disfrutar, a dejarse llevar. Un nada referente al blanco absoluto del no pensar; no preocuparse, no estresarse, no apurarse, no nada. Simplemente, nada que hacer.

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