27 de abril de 2013

Porque todo está inmóvil

Todo está trabado, no hay ningún peso a la deriva, simplemente no hay respiro. La naturaleza de la precoz existencia de nuestro mundo agobia nuestra alma. Sí, somos felices; sí, respiramos. Estamos vivos, solo eso sabemos. Pero no logramos definir ni en que dimensión ni en que distancia infinita merodeamos, estamos perdidos, hartos, dolidos, temblando, con una sonrisa quizás, pero llamando "vida" a lo que no conocemos, nos encontramos paradójicamente  muertos, inmóviles en la superficie  ilimitada de nuestro  universo.

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