15 de septiembre de 2012

No sufras las consecuencias de circunstancias ficticias, no temas el ocaso de algo que va a pasar, más no ha pasado. Vive rigiéndote de normas del corazón, no coincidas con la lógica inverosímil, con pensamientos racionales totalmente ajenos al impulso nato de nuestra persona.

Arriésgate a la duda, a la inconformidad, salta al vacío, siempre hay paracaídas, el viento siempre guía nuestro camino. No dudes ante aquello que sientes sincero y verídico. Olvida la sociedad, olvida las opiniones, olvida los papeleos, las formalidades. Gózate como ser, como animal, como natural.

Después de todo no sería natural negar el impulso del corazón, negar la risa sincera asfixiada, asfixiada por un razonamiento mecanizado ante la sociedad. Casi siempre, sobre todo ahora hay que intentar, hay que dejar de pensar, saltar al mundo, a la vida, al amor, a la naturaleza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario