"Mi amor, algo me dice que sí existe la reencarnación". Me dirigí seguro hacia mi mujer.
Ella se sorprendió del comentario y me permitió proseguir:
"Creo que en otra vida fui la madre Teresa de Calcuta".
Más sorprendida aún, esta vez comentó al respecto:
"Si fuiste Teresa de Calcuta ¿Cómo fue que acabaste en tan menos preciado especímen?"
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