Ví reflejado mi rostro a lo lejos, en lo que aparentemente era agua,
agua que se evapora y que por ende no es nada.
Por un tiempo creí saber lo que era la vida y sin notarlo, olvidé lo que yo era.
Creo en ver lo invisible, pues lo visible esconde y engaña.
Sé que lo que no es, existe.
Y sé que lo que existe simplemente es incomprensible.
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