27 de noviembre de 2013
Las tormentas de un vacío
Me deshabito en las bruscas tormentas que yo mismo he creado. Sin tantear el tiempo, despierto de la pesadilla que nubla la realidad que había creado, la distorsiona y la exprime hasta dejarla hueca, sin nada. Entre cortadas respiraciones me imagino la sombra de un ser oscuro, una inexistencia imposible de vacíos. Sin sentido, como ahora creo todo, vago en un porvenir dudoso, fragmentado. No veo ya más que lo intangible del mundo perverso, aquel que creé tan solo para mí, para hundirme eternamente y jamás salir de ahí.
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