La espera se cae en el abismo eterno, en la profunda virtud de la incertidumbre. Pocas cosas se saben, no podemos regresar a la superficie y nunca caeremos en agua, siempre en rocas, imperfecciones. En la espera de caer se anhela un paracaídas, se anhela la oportunidad de volver a donde nunca se ha estado, a donde simplemente se fue una ilusión y un suspiro.
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